Mientras que la humanidad siga valorando al que más grita y al que más aduladores tenga, el sabio callará,  y tragará saliva y bilis, vivirá en la indigencia con su moral intacta. Y el necio no parará de hablar, escupiendo tropelías y sinsentidos que le harían ruborizar de entenderlas, triunfará en la sociedad y morirá con su conciencia limpia.

El sistema se reinventa y evoluciona como un ser vivo. Hasta el punto de que se muestra capaz de asimilarlo todo con el fin de podérnoslo vender. Llegando hasta el punto de que tengo total confianza puesta en que, algún día, se pondrán de moda las personas honradas.

Mientras que los capitanitos de las empresas y de la política sigan creyendo que emplear a alguien es realizar un acto de caridad, así nos irá.

¡No, señor mío! Cuando usted me emplea, estamos llegando a un acuerdo. En todo caso, debería de darme las gracias ud. a mí. Pues soy yo el que le alquila mi tiempo y mi salud para su lucro personal.

Pienso que los amos están realmente convencidos de que los consumidores se van a sentir mejor tratados porque los dependientes llevan un ridículo sombrero a final de año. Y me dan ganas de bajarme del tren.

Son ustedes a base de aberrantes maneras de enriquecerse a costa del resto los que van llamándonos a las armas. 

Dios y el Diablo se pelean por los creyentes. El resto podemos sentarnos a mirar.

Ajenos a todo, mientras que su pueblo se muere de hambre y asco, los dueños del país se ponen a jugar a princesas al otro lado del charco y jinetean la imagen de España.

A los que aún tengan esperanza

Si os calláis un momento y escucháis a los pájaros, en lugar de la televisión, os daréis cuenta de que un nuevo día está a punto de comenzar. Un día normal, lejos de espectacularidades, lleno de tedio, de falta de oportunidades, de desdicha. Un día en el que todos nosotros nos arrastraremos por él,  como seres bífidos y patéticos, esperando la noche, en la que no haremos el amor, ni siquiera descansaremos.

Porque este día es común al resto de nuestras vidas. Es tal cual han programado nuestra existencia.

Hoy también iremos todos al Ministerio, haremos colas eternas, y recogeremos nuestra puta fotocopia igual a la de ayer. Fotocopias realizadas a baja resolución, sin matices, sin personalización, sin tiempo para disfrutarlas. 

En esta sociedad, que nos acostumbra con pequeños fracasos mientras vamos creciendo, lo tiene todo preparado para no arriesgarse.

Esta sociedad va consiguiendo mermarnos. A unos de un trauma, de un golpe duerte y seco. A otros de manera sibilina, procaz, paulatina, como un veneno introducido poco a poco en nuestro organismo, que finalmente forma parte de nuestro organismo y no podemos vivir sin él. Ésa es la mediocridad que no dan de mamar.

Esta es una sociedad donde solo los elegidos viven de lo que están preparados para hacer. Y el resto ocupa el lugar de otros. Para su propio bien y, al mismo tiempo, para un mayor mal.

Y así, todos iguales, planos. El inútil señala y manda al experto. Poniendo pequeños saquitos de arena en su chepa cada día más encorvada.

Y luego, vas al bar, conoces a aquellos que necesitas para formar una chusma y ves claramente que se lo merecen. Que están ahí, bajo el yugo, porque quieren, les gusta. Porque, si alguien les alquilase criterio durante unas horas, darían gracias por que fuera pasajero.

Pero no pasa nada, que tenemos fútbol. Y si no, series. ¡Viva la ficción!

El ser humano es tan rematadamente estúpido que juzga a sus cantantes por sus escándalos, no por sus voces. Que juzga a sus comerciales por sus corbatas y relojes, no por sus ventas y su trato. Que insiste en obedecer al de arriba, ya sea Dios, el macho alfa de las cavernas, o un señor gordo y alcohólico que fuma puros.

Definición de afonismo

Afonismo: Sentencia breve y doctrinal. Implícita, repúdica y pataletera acerca de ámbitos o situaciones de la sociedad o historia humanas, arraigados de tal manera que, en caso de tratar de combatirla, el pobre apóstol de la razón acabaría derrotado, muerto y sin voz antes de lograr un mínimo cambio en el continuo social.
Por tanto, como no vale la pena gastarse, diré las cosas solo una vez.

La estupidez humana es tan grande que, de existir un método de contabilizarla, debería medirse en medidas estelares.

Mejor no hacer nada

En esta vida hay tantas y tantas corruptelas. Tantas y tantas necedades, incongruencias, injusticias que no da tiempo, no podemos cambiar el mundo.

A la hora de decidir una causa, cada uno en esta sociedad se vuelca con lo que le afecta, con lo que le pica. Lo demás está de más.

El resto, no hacemos nada.

Uds. me hicieron nihilista.

Poquito a poquito, tacita a tacita, han conseguido filtrarnos la hemoglobina hasta conseguir monstruos sin carne, ni hueso, ni alma.

Han borrado nuestra sonrisa, han colocado un semblante neutro.

Han destrozado nuestros sueños para poner en su lugar ídolos prefabricados que atienden a las fluctuaciones del mercado.

Han sido uds.

A partir de hoy, me siento a verles caer.